Los colegios ELIS de Murcia y Villamartín (Alicante) adaptan su propuesta gastronómica a la internacionalidad de sus alumnos a la vez que fomentan la educación alimentaria desde las edades más tempranas.
El comedor se convierte en un aula más donde impulsar hábitos saludables para contrarrestar, entre otros, la influencia del sedentarismo y el estrés de la situación vivida durante los meses de Covid-19.
El 28 de mayo se celebra el Día Mundial de la Nutrición, una efeméride que trata de concienciar a la población de la necesidad de establecer correctos hábitos alimenticios y mejorar de este modo la salud y la nutrición del organismo. Algo que desde los colegios internacionales ELIS Murcia y ELIS Villamartín (Alicante) se fomenta de manera decidida durante todo el curso, haciendo que la nutrición forme parte del currículum educativo del centro. Así, en los últimos años se han introducido importantes cambios en el menú de alumnos y profesorado, para hacerlo más saludable y adaptarlo a todas las necesidades, así como continuas actividades para concienciar y educar sobre la necesidad de un adecuado cuidado de la alimentación.
A finales de septiembre, los más de 80 colegios del grupo Cognita de todo el mundo celebran el Global Be Well Day centrado en el bienestar físico y emocional. Uno de los pilares es la nutrición, y en este año de pandemia los niños aprendieron a valorar los beneficios de una buena dieta en momentos de restricciones y confinamiento, en las que el sedentarismo y el estrés de la situación pueden acarrear peores hábitos alimentación en los hogares. En ELIS se aprovechó el evento para pedir a los alumnos que elaborasen un menú escolar equilibrado para el colegio. Los chefs de los centros participaron como jurado para elegir los mejores y realizar una selección que luego se ha analizado a fondo con el objetivo de implementar las mejores ideas en el menú real.
Sabedores de la importancia de una buena cultura alimentaria, los padres también juegan un papel muy activo participando o incluso protagonizando talleres para que los alumnos elaboren su propia comida saludable o ayuden a sus familias en la preparación. De hecho, una actividad extraescolar tradicional en el colegio es el llamado “ELIS Chef”, guiada por los propios chefs del colegio o por reputados cocineros como la televisiva María Dolores Baró, propietaria de una escuela gastronómica en Murcia. En esa actividad, alumnos de todas las edades aprenden a elaborar suculentas y sanas recetas para su familia.
Desde muy pequeños, los alumnos realizan talleres con comida, para valorar y reconocer sabores, colores y texturas. Se trata de un recurso educativo muy valioso para que exploren y experimenten desde muy temprana edad al tiempo que comienzan a apreciar una diversidad de legumbres, frutas y verduras.
La oferta de menús escolares ha evolucionado tanto como la sociedad, por lo que ahora contempla una mayor pluralidad impensable hace unos años: halal, intolerancia a la lactosa o el gluten, vegetariano, alergias individuales, etcétera.
Se controla que la dieta sea equilibrada. Por ello, se limita a uno el consumo máximo de fritos por semana, lo cual cobra especial relevancia en estos tiempos donde la pandemia ha propiciado en muchos casos un mayor sedentarismo. Una vez preelaborada una propuesta de menú, siempre es revisada, analizada y aceptada por una nutricionista titulada que asegura, entre otras cuestiones, que los menús cumplen los parámetros marcados por las autoridades sanitarias.
Como señala David Muñoz, jefe de cocina de ELIS Murcia “somos conocedores de los gustos de los alumnos, pero también conscientes de nuestro deber de educar y cuidar su salud”. Por su parte, Rubén López, jefe de cocina de ELIS Villamartín, destaca que “evolucionamos los menús para emplear más frutos frescos, de proximidad y educando en nutrición y dieta saludable. Damos a nuestros comedores el valor que se merecen como un aula más”.
APRENDER JUGANDO Y EN TÉRMINOS DE SOLIDARIDAD
El aprendizaje se hace mediante acciones divertidas. Por ejemplo, cuando los niños estudian a los vikingos, una de las actividades es elaborar pan con harina integral y avena para acercarles a su cultura. Los niños de infantil, cuando leen “Ricitos de Oro” acaban elaborando el mismo “porridge” que se menciona en el cuento, y basándose en el cuento “La pequeña oruga glotona”, los alumnos de infantil hacen degustaciones a ciegas para aprender a reconocer alimentos por su sabor.
Pero el proyecto es mucho más amplio. Más allá de la importancia de educar a los alumnos en una correcta nutrición, se trabaja una segunda vía, consistente en generar conciencia global ante el problema de la malnutrición en el mundo y el abismo entre países pobres y ricos.
Por ello, los colegios ELIS realizan iniciativas como “Reto contra el Hambre”, a beneficio de Acción contra el Hambre, colaboración con bancos de alimentos locales o recogida de fondos para la Fundación Vicente Ferrer.